jueves, 2 de octubre de 2008

No aprendemos de la mortalidad

Vivimos en un mundo afrutado donde debemos respetar el orden de las cosas, aunque no siempre lo entendamos. Nos cuestionamos con unas bromas que parten de inicios y anhelos que nos provocan más deseos de mudar la piel que otra cosa más cierta. Nos ahogamos en claros anhelos de una paz que no llega, y que pedimos desde hace mucho tiempo. Nos hemos besado en la distancia, y en ella seguimos como si tal cosa. No aprendemos. Somos mortales.

No hay comentarios: