lunes, 29 de septiembre de 2008

Hemos aprendido la gran lección

Me quedo con ese amor que me provoca un deseo de vivir y de sentir que todo es una plenitud que me hace arder con el ansia en el cuerpo, dispuesto a compartir todo cuanto es y quizá algo más. Nos subrayamos unos gratos anhelos de aspirar a ese tono que nos refresca con una gratuidad que no vamos a baremar. Nos llamamos amigos porque lo somos y lo seremos por siempre. Hemos aprendido la gran lección.

No hay comentarios: