martes, 26 de agosto de 2008
Joaquina por Natalia
Joaquina comenzó en la pintura a muy temprana edad. Muy pronto sorprendió a profesores de su centro educativo con su Don. Hoy día podemos decir que es una gran artista, llena de valores y exquisitos sentimientos que todos vemos reflejados en su pintura. Joaquina recuerda con nostalgia sus principios, asume sus buenos y malos momentos pero sin duda se mantiene firme ante la idea de que a todo su largo recorrrido debe lo que hoy día es y lo que plasma en sus cuadros. Todo cuanto ha vivido lo ha compartido con sus más fieles espectadores a través de sus pintura, desde sus primer concurso de pintura, cuando apenas era una niña y en el que ganó sus primer premio (utensilios de pintura) hasta el resto de sus exposiciones en las que hemos compartido con ella las distintas estapas de su vida. Muy joven comenzó a investigar formas y colores pintando todos los rincones de sus entorno. A través de estos, sus primeros dibujos, empezó a sentirse plena y feliz por lo que hacía y muy pronto sintió el apoyo de no sólo quienes la querían sino también del resto de personas que comenzaban a deleitarse con sus dibujos. Fue entonces cuando comenzó a tener sus primeros encargos, aun recuerda la venta de su primer cuadro, copia de una pintura de un famoso pintor de la época, con él ganó sus primeras quinientas pesetas. Sin duda recuerda aquella como una situación favorable, donde el apoyo de su familia y en especcial el de su madre fue realmente importante para ella. A los 12 años Joaquina entró en la Esculea de Arte y Oficio de Murcia, en la que un gran maestro, Don Francisco Vals, así descrito por ella, fue figura clave en sus vida. Lo describe como una buen hombre que creyó en ella, en sus futuro y en su gran proyección. Debido a ciertas dificultades a los dos años se vió obligada a dejar la escuela, lo cual no supuso que dejara de crear; a menudo acudía a observar a los pintores que se desplazaban con sus caballetes a pintar al natural ciertos lugares de su pueblo, Joaquina pasaba horas y horas observando lo que hacían. Su primera exposición fue en su pueblo, fue un día muy importante para ella, Joaquina deleitó a todos los vecinos de Algezares con su obra. Mas tarde vendría un día importante en la vida de esta pintora. Por circunstancias de la vida coincidió con un crítico de arte al que maravilló su obra. Sin duda esto marcó una antes y un después en su trayectoria. A raiz de este momento Joaquina se consagraba como una importante pintora murciana y sus cuadros comenzaban a viajar de exposición en exposición a varios rincones de la geografía murciana. En esta época la obra de Joaquina estaba dedicada a lugares emblemáticos de la Región de Murcia. Mas tarde vino una época llena de dificultades en la que se vió obligada a pintar por encargo, lo que motivó la creación de cuadros con los que no se sentía nada cómoda, se veía obligada a plasmar lo que sus clientes pedían, anulando por completo su magnífica capacidad de crear. Hoy por hoy podemos decir que Joaquina se siente plena, cómoda, está en un momento en el que crea lo que le apetece y se siente feliz, algo que todos vemos reflejado en sus lienzos. Su inclinación a la infancia ha protagonizado sus últimas exposiciones en la Región y la capital de España. Es ésta su debilidad, un niño para ella es especial, le da vida, Joaquina siente el deseo de dar a través de su pintura la felicidad que a veces los niños no tienen. A pesar de su larga trayectoria Joaquina describe la pintura como un constante proceso de investigación en el que no hay un final descrito. Se describe a sí misma como una aprendiz de los colores, de la técnica... y todo lo que ello conlleva. Siente el deseo de seguir, de aprender y sobre todo siente el deseo de seguir emocionando a quienes felices posan ante sus cuadros y los contemplan con alegría.
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