jueves, 23 de octubre de 2008

Me quemo el corazón

Te pienso muy ligero de equipaje, con un humor ácido. .... Emprendo mi camino en busca de tu amor y del mío. .... Me bromeas con una sabiduría que desprecia el mal nombre. No me acuerdo. .... Nos ponemos a disimular ante la imagen de lo más querido. .... Nos damos un beso o dos, y luego huimos hacia las sensaciones. .... Te miro con sorpresa y gracia. Tenemos millones de motivos para amarnos. .... Incrementas el costado de mi corazón, y te digo que tenemos toda la fortuna del mundo. .... Nos vamos a un lugar emparentado con la ternura más querida. .... Nos agradamos en el empeño plácido de no olvidar. Te lo agradezco. .... Hemos huido hacia la ruina total, descalza. .... Nos vengamos de nosotros mismos, y nos herimos con miradas furtivas. .... No te aclaro lo que pienso, que es todo y algo más. .... Nos vamos a un ruedo en el que vivo con broncas. .... Te maravillas por todo lo que pasa, por lo que no disponemos. Te espero. .... Los trances se pasan, los malos y los buenos, y seguimos con un halo de experiencia. .... Te sugiero una práctica menor, un temblor de paciencia y de descrédito. .... Te quedo muy agradecido. No te olvides de lo que podemos hacer si nos miramos con ímpetu. .... No nos vemos en un instante florido. Nos regalamos esos momentos de estelas y desgracias. .... Miras ese correo en el que cuentas lo que no sentiste. .... Te despliegas desde un lugar que nos previene con costes ligeros. .... No me busques en un momento de desastres. Nos veremos cuando todo vaya bien. .... Quiero mostrarte mi mejor cara, la que podemos compartir desde una distancia infinita. .... Nos regalamos un poco de cordura. Cortamos por lo sano con una salud de hierro. .... Nos introducimos en esa red que nos quita la memoria. Venimos. .... Todo estaba cerrado, y ahora toca abrirlo como si los modales pudieran ser. .... Queremos una gracia, un deseo, un sentimiento, y perdemos la provisionalidad. .... Nos aseguramos aportaciones que no podremos devolver. Ahora la deuda es muy alta. .... Duele la sangre, y temo, y dicto algunas sentencias. .... Memorizo la quietud con una sombra que es vacilación sin armas ni defensas. .... Me quemo el corazón. No quiero ver las heridas que tanto daño nos hacen.

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