miércoles, 22 de octubre de 2008
En una cárcel de caramelo
Buscamos sin temor en la vida y en la muerte. .... Me llamas con la premura del que quiere y no puede. .... Sigo con la memoria desgastada, medio harta. .... Me destinas a una amistad que me puede sin trampas. .... No te llamo amiga una y otra vez, como hacía en los buenos tiempos. .... Me quemo en las esquinas que doblan con campanas. .... Quiebro la voz con otra mirada. Dejo de entender. .... No me voy a apropiar de las buenas gentes que atemorizan a cuantos vienen con la sombra y algunas dudas. .... Hicimos la señal de la cruz con una morada a cuestas. .... No te ablandes ahora que todo pasa con una cierta virtud. Traslado mis efectos más queridos. .... No me busques con intenciones alejadas de lo que entendemos. .... No voy a entrar en una rueda que niega lo más evidente. .... Me trastocas con una inquietud que demora todo lo incierto. .... Hacemos un poco de caso con una molestia que cercena lo más ingrato. .... Me quemo con la negación más incierta. Iré a pensar de nuevo. .... Hago caso de lo que ocurre, pero no sé bien lo que sucede. .... Te infundes un valor que merece más precio. .... No te quedes como un algodón encerrado en una cárcel de caramelo.
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