martes, 30 de septiembre de 2008
Una realidad más que posible
Vigilamos hasta que detenemos la mirada en ese pecho que durante un tiempo nos confortó. Nos ponemos manos a la obra que no es tal. No hay trabajo, no hay faena, cuando nos movemos por los conductos de un amor que hermosea por doquier. Nos llamamos a un orden que vierte las razones con unas intenciones que nos influyen de muchos modos. Somos la realidad más que posible, y toca que lo entendamos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario