martes, 30 de septiembre de 2008

Te esperaré siempre

Sabes que sueño contigo cada día, cada noche, cada instante. Nos rodeamos de una visión que nos entorpece en los movimientos que deberían caracterizar cuanto somos. La cena ya no es esplendorosa. La ambición ya no favorece. No podremos vivir en la facilidad. Hoy no somos. Nos quedamos en el umbral de la noche que no nos da una oportunidad. No seguimos por el mismo derrotero de antaño. Nos miramos, nos sabemos únicos, pero también conocemos que debemos continuar por este camino que ahora no se entiende. Sé que coincidiremos. Te esperaré siempre.

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