martes, 23 de septiembre de 2008
Queda el humo
Ya no sonreímos con esa noche en la que aprendimos a ser guasones con unos cambios que nos quisieron quitar el buen humor. Nos ponemos a sospechar de las buenas fuentes que nos proponen caricias con sacos rotos por doquier. No hemos consolidado las respuestas de unas existencias medio floridas y garantes de sociedades condenadas a perpetuidad. Nos proponen seguir de nuevo por una senda sin señales coherentes. Queda el humo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario