martes, 23 de septiembre de 2008
La senda hermosa y gentil
Suspiro por ese gran amor que me propone seguir con una prudencia maravillosa, celestial, ocupada en cuestiones de duelo. Nos desconectamos de pensamientos que nos dirigen hacia la amistad más cautelosa. No lloramos, ni pedimos, ni nos quedamos en esa senda hermosa y gentil donde somos un poco mejores, o lo intentamos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario