lunes, 29 de septiembre de 2008

El sueño no defendido

Me asaltan las dudas en la noche. Se disiparán con el día, antes, después, nunca, como siempre. Sueño con los estropicios que me envuelven con sus sábanas blancas, con sus raíces postreras, con sus intenciones más o menos gratas. Simulo que los trances van y vienen con una vertiente subida y en cascada, y me pido una emoción que arrastra todo lo bueno que defendemos. Tengo mucho que decir, y que callar, y que romper.

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