Considero tu valía y merezco tus dones, y sigo con melancolía, presto a tus deseos convertidos en desmanes. No juegues con ese fuego que nos quema a los dos. Saltas, ríes, me despeñas y me dejas sin nada de amor. No estoy a tu lado como sería mi pretensión. Vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario