Deprisa y despacio

Finalizamos y empezamos casi al mismo tiempo, y así perdemos la perspectiva de lo que nos conviene. Nos precipitamos en la recepción y en la ida hacia esa parte que nos ningunea ya. Vamos con entusiasmo de más, y pronto entenderemos que el fracaso está a la vuelta de cinco esquinas, casi ya mismo. No llores entonces, llegado el momento, como yo lloro ahora. Todo ha sido como debió ser en un principio. Fuimos deprisa, y ahora vamos despacio. Nos faltó ese término medio que es la llave del éxito.