lunes, 21 de diciembre de 2009

En la contemplación comunicativa del frío y el calor

Dediquemos tiempo a ver lo que acontece y a valorarlo. No pasemos de puntillas y sin dar con las claves de lo que nos debe importar. La naturaleza humana y el ecosistema en el que vivimos tiene un poco de todo. La visión también entraña contemplaciones dispares. Eso, en esencia, es bueno. Hay teóricos que nos hablan de la existencia de colores fríos y cálidos, en función de la percepción o de la impresión que nos provoca su contemplación espontánea o reiterada, esto es, a la primera de cambio o de manera constante. Es así. La subjetividad, nuestra propia formación, la impronta que nos deja la experiencia y el aprendizaje individual y colectivo hacen que veamos lo que nos rodea en base a las circunstancias previas que hemos contemplado o incluso heredado genéticamente.

Como esto es así, hemos de procurar en todo momento tener en cuenta no sólo lo que contamos, si cómo nos llega, en qué momento, con qué condicionantes, y, en paralelo, fomentando la necesaria empatía con aquellos/as que nos rodean y que, sin duda, nos ofertan su ideario día tras día conforme a lo que han ido recibiendo desde sus respectivas atalayas.

Suelo repetir, porque así lo han dicho otros a lo largo de los siglos, que el punto medio es virtuoso, y no porque tenga que ser el único, sino porque permite un entendimiento más de conjunto. Fomenta, como advertimos por lógica, equidistancias, o, dicho de otro modo, unas mayores cercanías. Por lo tanto, debemos intentar que los términos denoten frío y calor, en sus acepciones más amplias, para todos/as, de modo que nadie se sienta ignorado ni agredido en sus pensamientos, al menos no de manera radical. El consenso es la base para que prosiga la comunicación, y por ello ésta debe entrañar esa simiente.

Busquemos y hallemos esos linajes que nos invitan a que el pacto sea la base para resolver los conflictos, e incluso para prevenirlos. Es lo mejor, debe serlo. No dejemos para mañana esta actitud, pues el coste puede ser mayor. No olvidemos que la relatividad de las cosas hace que no siempre veamos los eventos como nos gustaría. Por consiguiente, tener en cuenta que cada cual es diferente, a menudo maravillosamente distinto, y que entre todos podemos construir una realidad, es una actitud que engrandece a todos, sea cual sea su parecer, siempre que éste tenga en cuenta los derechos y libertades de cada uno.

Llega el invierno, y el frío sucede al calor. Es el ciclo de la vida, y como tal hay que verlo. Lo aconsejable es aceptar las vivencias cuando llegan de manera natural y en los tiempos y formas que toca, según las estaciones humanas, terrenales y hasta medioambientales. Es bueno el cambio, incluso para no mal acostumbrarnos a lo que nos acontece. La existencia humana es eso: un poco de todo, con miradas y temperaturas diversas. Hay está la lindeza, el amor, el secreto de un poco de felicidad, el ansia y la pasión como estructura fundamental de nuestro caminar… Busquemos, pues, el calor, pero dejemos que el frío de vez en cuando nos despierte a otros sentimientos comunicativos. Son. La templaza, la moderación y la perspectiva de todos/as y para todos/as son buenas compañías. En la contemplación hay mucho aprendizaje, como en el silencio, como en el análisis. Tomemos nota.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 19 de diciembre de 2009

El pintor de la hermosa mirada

Molina Sánchez nos deja uno de los mejores legados de la pintura murciana

El pintor de la hermosa mirada

Puede que suene a tópico, pero debemos decir que nos sentimos un poco huérfanos. Se nos ha marchado un ser humano tan bondadoso en lo personal como excelente en su profesión, la pintura. El ciclo de la vida se consuma, y continúa. No podemos evitarlo. Una persona muy querida, José Antonio Molina Sánchez, ya viaja hacia ese cielo que tanto amó en la Tierra. Fue una persona afortunada. Tuvo talento; fue devoto de su trabajo, de su familia, de sus amigos; supo entregarse a todo cuanto realizó; y, además, fue capaz de hacer el bien con tranquilidad, con valentía, con sosiego, con placidez.
Su mirada limpia ya denotaba lo que venía tras ella: era un buen hombre, sí, en el sentido pleno de una palabra que se desgasta en ocasiones en esta bella existencia comprometida en exceso con las prisas. Fue bueno y razonable.
Busco la belleza, y la halló. Su obra es fruto de la excelencia, del equilibrio en libertad, de la técnica no amaestrada, de la innovación en la vanguardia complaciente. Decir lo que es su trabajo pictórico es llegar tarde a contar una obviedad, pero sí resaltaré su enorme gusto por los colores, que trenzaba como nadie. Mezclaba aires diversos, que parecían consecuencia de la misma vida, como si la cordura fuera anónimamente, y de manera natural, un resultado especial de tonalidades vistosas.
Fue (y lo es, dondequiera que esté) generoso. Moldeó su alma sincera con buenas acciones, y ahí queda ese legado que deberemos saber interpretar para las generaciones venideras. Fue capaz de dar originalidad a lo que nos sucede alrededor.
Ha sido longevo en años, en producción pictórica, y, aunque suene a repetido, en actitudes bondadosas. Intentó ver la cara amable de la existencia, de las acciones, de sus resultados. Por eso sus imágenes son tan cariñosas. Son como él.
En un universo necesitado de buenos ejemplos hallamos milagrosamente en su figura uno muy descollante. Nos llegó como un brindis sincero a la vida, como un homenaje a lo humano en forma de caminar, sencillamente en el día a día, lo cual le otorga todavía más mérito.
Se nos ha ido uno bueno, uno de los grandes, irrepetible. Vivirá con ese amor que tanto nos repartió en su estancia entre nosotros. Le juramos también un cariño eterno, el mismo que él nos regaló, el mismo que será imperecedero a través de su obra. Gracias, José Antonio, por tanto, y por ser como has sido. Deseo que tu vuelo pictórico siga siendo sobre un arco iris. Nos deja una bendita y hermosa herencia que procuraremos fomentar. Ha sido un placer. Lo es. De algún modo, por sus sentimientos, a través de su pintura, siempre estaremos juntos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 14 de diciembre de 2009

LIBRO EN FAVOR DE AIDEMAR

Está compuesto de sesenta poemas y sesenta ilustraciones

AIDEMAR edita el libro “Tiempo de ejemplos y esperanzas”

Con él se van a recaudar fondos para sus nuevas instalaciones en San Javier

Buscamos la excepción ante una norma no escrita que deseamos cambiar. Lo positivo, que es mayoritario, debe tener más presencia social. Frente a las noticias que a menudo nos asaltan desde los medios de comunicación, y que tienen una alta carga en negativo, nos centramos en algo bien distinto: la visión anónima de actuaciones solidarias. ”Tiempo de ejemplos y esperanzas”: éste es el título de un libro que hemos confeccionado para, en el marco de la Navidad, concienciar sobre la necesidad de apoyar y respetar a los demás, sobre todo a los más necesitados, al tiempo que se pretende recaudar fondos para la Asociación para la Integración del Discapacitado de la Comarca del Mar Menor (AIDEMAR).

Está compuesto de unas sesenta poesías, que van acompañadas de otras tantas ilustraciones, en este caso obra de la pintora Joaquina Illán Belando. Con ellas, vemos, imaginamos, versionamos la realidad de los voluntarios, de los entregados a los otros, con los que nos recreamos en situaciones tan cotidianas como anónimas.

En cinco partes aparecen flores, miradas, deseos, momentos de ternura, mucho amor, sensaciones, colores, aromas, toda una cultura de la solidaridad que nos estremece y que, sin duda, nos hace más fuertes. Al menos, eso pretende. Estamos listos, según se desprende de esta prosa poética, para ser, para disfrutar, para ubicarnos en la felicidad, y, gracias a ella, no lo olvidemos, damos con nuestros deseos más íntimos de alcanzar grados de auténtica humanidad. Es cuestión de intentarlo. Lo podemos lograr, como otros lo consiguen.

Reflexionamos, en este libro, sobre los modelos y ejemplos de nuestro tiempo, vistos desde la óptica de quien observa el semblante y las obras de aquellos y aquellas que colaboran sin pedir nada a cambio. Pedimos respeto y consideración para ellos/as. Advertimos encuentros ideales, que consideramos los ejes de la vida, y solicitamos que, ante la pena y el dolor, dejemos que vivan en paz quienes saben interpretarlos en sus diversas actuaciones para socorrer, para mitigar, para aminorar lo que sucede. Reclamamos que nos armemos de valor.

Hay, además de las poesías, un segundo ritmo de lectura. Están, como hemos anticipado, las ilustraciones de Joaquina, que aparecen salpicando los poemas, con sus guiños, con sus pequeñas píldoras, pidiendo paso para quien no se introduce a la primera en la prosa poética y, realmente, busca un consejo, un ademán, una experiencia, una mirada cómplice. Las manzanas, los caramelos, las mariposas, los pájaros, el Sol, la Naturaleza… todo nos sonríe con un libro que busca el lector para sentirlo, para aproximarse a su corazón, para alimentarlo.

Podemos leer 128 páginas en esta obra que rezuma mucho más contenido del que seamos capaces de consumir en una primera lectura. Seguro que tú te verás en los versos, en los párrafos, en los dibujos, en esa mariposa que, ya en la portada, supera la escalera de la vida y, pese a su fragilidad, sube a lo más alto.

Giramos, en estos versos, como en las mismas citas del final, por numerosos vericuetos. Todos tienen ilusión, pasión, rebeldía en positivo, esto es, ésa que no acepta complejidades. Busquemos en el mundo de los sueños, que está más cerca de la realidad de lo que creemos. Nos debemos tanto, parafraseando una de las poesías, que lo mejor que podemos hacer es estimarnos a nosotros mismos para solventar cualquier obstáculo, para mejorarnos por el camino. Como decimos, si creemos, será. Estamos convencidos de que este tiempo nuestro está llamado a la esperanza. Ejemplos para ello los hay por doquier. Uno de ellos, magnífico, es el de AIDEMAR, que cada día procura asistencia a más de 500 niños. Se trata de toda una experiencia de vida.

Juan TOMÁS FRUTOS.


*Reseña:

Título: Tiempo de ejemplos y esperanzas.
Autor: Juan TOMÁS FRUTOS.
Ilustradora: Joaquina Illán Belando.
Edita: AIDEMAR (Murcia-2009).

lunes, 9 de noviembre de 2009

Un último lugar

Me infundes un respeto donde hallamos salidas a las cuestiones que nos rememoran un último lugar.

Salida a la confusión

Nos confundimos con un nuevo pronóstico donde encontramos salidas a los momentos más confusos.

Algo veremos

Nos postulamos con emergentes palacios que me procuran llegar a la dedicación plena. Algo veremos.

Para el ver el cielo

Hoy busco consuelo en ti, y hallo algunas fragancias que me recuerdan lo que fuimos. Nos tumbamos para ver el cielo.

viernes, 16 de octubre de 2009

A varios toreros

“ENTRE LUCES Y SOMBRAS”

Valiente y alegre: así eres tú, así te muestras a los tuyos, a tu gente, ante el toro, que te ha mirado con respeto. Entrega, amigo Pepín, nunca te ha faltado. Has conectado como pocos con el público y con tu oponente, al que, aún dándole la espalda con coraje, le has mirado a la cara y a los ojos…, y ahí te has visto.


Buscas ese pase elegantemente atrevido, entre tierno y peligroso, como sabido, esperando, probando, tanteando, doblando la ocasión a la vida, que se muestra tan frágil y tenue como dramáticamente entera. Eres un lujo, José Tomás.


Clasicismo, torería, valor, arte, saber estar, técnica, naturalidad… Todos los calificativos caben en ti, Morante de la Puebla, único, heredero de una raza especial de toreros que mantienen las más puras esencias.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 10 de octubre de 2009

Intuiciones taurinas

-El arte adquiere tintes variopintos con trajes de colores, con capas y estelas, con gracejos y contemplaciones señoriales.

-Vives en la dormida sensación de un momento querido, soñado, suelto, causa y resolución de lo que tiene sentido sólo en el ruedo de la vida.

-No hay trampa: estamos tú y yo, siendo únicos en este todo efímero que nos ha tocado.

-Nos aclaman por lo que ven, y no por lo que somos. Nos intuimos.

-Imprimes carácter a mi ser, que se alimenta en ti, gracias a lo que me cuentas. Estamos hechos el uno para el otro.

-Todo el tiempo se alía para alimentar esta tarde.

-Antes de conocernos, sabíamos de este encuentro, inevitable, con dosis de fatalidad.

-Interpretemos luego lo que sucede: ahora debemos experimentarlo sin agarrarnos a ninguna condición.

-Sembramos ese alimento que surge de las suertes diseñadas con un arte tan espontáneo como estudiado. Hay reglas no escritas.

-Te diría, pero es mejor que me mires, que me veas, que me comprendas.

Juan Tomás.

viernes, 9 de octubre de 2009

Conocimiento y comunicación

El conocimiento nos viene de la comunicación, sí, con nosotros mismos, con la cultura histórica, con la experiencia, con los demás. Hemos de aprender de todo, todos los días. No paremos. Ése es un viaje de retorno con un equipaje variado, que nos muestre salubres. Hemos de mantener esa línea de comunicación multidisciplinar que nos invite a acoger diversos estados de ánimo, posturas complementarias y raíces de todo género. La pluralidad ha de ir acompañada de pluralismo, de buenos deseos, de lindas experiencias sin ocasos. Miremos más allá, y tratemos de ver lo que se esconde en la naturaleza de las cosas, que, a menudo, no se esconde verdaderamente: ocurre que no lo vemos con la facilidad de su sencillez. Evitemos asperezas.

Abramos las ventanas, quitemos las puertas, sintamos que estamos en la misma onda, porque verdaderamente lo estamos. En muchos momentos simplificamos las cosas complejas y hacemos complicadas las que son entendibles a la primera, o deberían serlo. Mudemos el chip. Intentemos dar con ese modelo que ha de salpicarse de flexibilidad, de planeamiento, de mesura, de idas y de vueltas hacia ese lado que ha de proponer un cambio de mentalidad en la idea de aprender todos de todos. Durante la historia hemos demostrado que somos capaces de ello, y de mucho más.

Cojamos, pues, con entereza las posibilidades que nos vienen con una frescura enorme y, además, con el anhelo de transformación. Podemos acercarnos más, y conocer más, en la seguridad de que nos sentiremos más confortados con la naturaleza de un entorno que hemos de admirar como aliado que es.

Apliquemos el remedio de sanar con la meditación, con los intercambios de pareceres, con las voluntades decididas de llegar a los puntos y cimas donde todos tendremos el uso de la palabra desde los soportes democráticos de la tolerancia, del respeto, del cumplimiento de los derechos y deberes de cada cual, etc. Es una buena opción, quizá la mejor, puede que la única que nos hará libres de verdad.

No vendamos conocimiento, sino más bien tratemos de compartirlo con generosidad y perspectiva de futuro. Con la línea comunicativa abierta, sin trazar fronteras ni límites, con el corazón ampliado y dulcificado por la voluntad cotidiana de ser en sociedad, insistamos desde la interacción informativa para estar más en ese escenario en el que juntos podremos y seremos lo que todos queramos ser. Digamos el qué, el cómo, el porqué, el para qué, sin olvidar a los protagonistas, que han de ser amplios y heterogéneos, lo cual constituirá una base interesante, fuerte y relevante de verdad. Pensemos en seguir comunicando, o en comunicar mejor, según el caso. Esperamos que la línea esté abierta. A ello hemos de contribuir cada uno de nosotros y de nosotras en la convicción de que la vida será mucho más bonita. Los ejes, las bases, han de surgir de esos dos complementos que son el conocimiento y la comunicación. Empecemos en el orden que sea, pero lleguemos, por favor, a conjugarlos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 8 de octubre de 2009

A propósito del mundo taurino

-Eres de otra estirpe, heredero de la historia, que, esta tarde, se encuentra con su esencia.

-Nos abandonamos en esta faena para reconocer lo que hemos sido, lo que somos.

-El poder está en la embestida a la vida, convertida en esta lucha de sempiternos segundos.

-Nos congraciamos con el pudor y nos mostramos con familiaridad aunque somos dos desconocidos.

-Somos de perfil, con garbo, moviéndonos en el albero, en el aire.

-No me cuentes quién soy: lo veo en tus ojos, lo siento en tus mugidos.

-Tengo valor por fuera, aunque el espíritu flaquea. Aguantemos el dolor que nos llevará a la gloria.

-Entras a los lances, a mis peticiones de un recorrido que nos eleva con el color rojo.

-La soledad recorre todo mi ser. Mis venas van a estallar. Tú y yo somos el centro del universo, de su fuerte hermosura.

Juan Tomás.

martes, 6 de octubre de 2009

Más ideas taurinas

-Eres ese destello que me ilumina en las sombras de la pugna de igual a igual con la Naturaleza.

-Te miro a los ojos, y me veo a mí, luchando con ese interior apasionado.

-Hay todo un planteamiento de avances y de retrocesos con gustos de todo género: oímos la música de un pasodoble.

-Somos ese centro de atención de pensamientos en comunión. El público nos entiende…, y aplaude.

-Hemos derrotado el temor: sigue ahí, bufa, pero no tan fuerte.

-Dibujamos ese círculo natural que nos imprime carácter y nos hace un único ser con el capote y la muleta.

-Nos comunicamos con el gesto, con el pase, con la mirada, con la atención que nos recrea en la lucha que hierve, que declara intenciones con reglas no escritas.

-El negro es el manto que eleva los ánimos en esta encrucijada vespertina. Es la soledad tuya y mía.

Juan TOMÁS.

Frases taurinas

-Y el toro sabe, siempre sabe, que, sin faena, no hay vida.

-Se alza altivo ante ese quehacer que es arte.

-Mira con poderío, como aconsejamos en la existencia.

-La naturaleza no se distrae cuando hay esencia.

-Juramos amistad eterna con esta entrega que es pasión.

-Siento la herida de la vida, que viene con sangre, con humor, con soledad, con todo y con nada.

-La música la llevamos en el corazón, que siembra de amor todo lo que hacemos.

-El pase es la devoción entregada para asistir al juego en el albero del destino.

-Te he visto con claridad, y nos hemos juzgado como apasionados en el devenir festivo.

-Esbozamos sentimientos que se mantienen en el tiempo. Cuajamos amor.

-Contemplo la faena con el grito silente del que está en espíritu.

-Me sincero con tu porte en ese momento indeleble que nos hace gozar en la otra cara de la existencia. Eres fuerza.

Juan TOMÁS.

A propósito de una nueva exposición de Joaquina Illán

Marcados por el amor y el arte, entregados a ti

Sé bienvenido a la gracia de lo humano, al entendimiento antropológico que nos agudiza el ingenio y el amor. Repasamos los recuerdos en forma de pases, de cercanías, de complicidades, de posturas y de naturalezas dinámicas que gustan de sabores y de aromas a tradiciones y corazonadas.

Sé tú mismo en este viaje sincero, sin plazos, sin premuras, donde el tiempo lo pones tú, mientras jugamos con el espacio, que también lo enmarcas como quieres, pues toda obra esconde el secreto a voces de los sueños, que nos han de señalar el trazado de la felicidad y del enamoramiento perpetuo.

Sal de ese caparazón sin brillo de la rutina diaria, y busca la permanencia en los semblantes de toros y toreros, que nos unen a las miradas de aquellos que anduvieron en pos de la frontera de la empatía y del entendimiento.

Hemos detenido estos instantes precedentes por ti (enseguida los vas a contemplar), porque sabemos que nos reconocemos en tus gustos, en tus ensimismamientos, en lo que es serena complacencia por otear y entender en el otro la dignidad no descuidada. La voluntad del amor y del arte, con una entrega total, hoy se confunden en ti. Comunicamos.

Juan TOMÁS.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Comunicaciones primigenias

Los primeros pasos que damos en este mundo son cruciales, y nos significan más de lo que pensamos. Por eso, de vez en cuando, hay que repasarlos. Cuando hacemos examen de conciencia y de experiencia y miramos lo que fueron nuestras vidas damos con situaciones curiosas. A menudo uno echa en falta esos momentos en los que se contaba con el tiempo suficiente para contar y confesar lo que verdaderamente nos importaba. Esa etapa pasó ya, casi como una exhalación, influenciada por las prisas de un mundo transportado por conmociones y controversias casi permanentes. Deberíamos haber parado antes, o, por lo menos, haber levantado el pie del acelerador. Vivimos tan a remolque que apenas tenemos unos segundos para grabar en nuestras mentes lo que sucede.

El futuro posee una neutralidad que se puede volver inocua por el hecho de no habernos colocado en el escenario más conveniente. La visión que nos deberíamos imprimir parte de unas carencias de hidratación en las coyunturas definidas como más excelsas. Podríamos disfrutar más, si cayéramos en la cuenta de lo sencillo. Nos deberíamos poner manos a la obra para no conformarnos con lo que acontece.

Hay días en los que miramos con nostalgia las conversaciones con los abuelos, con los amigos, con los más cercanos, con los nuevos… Todo tenía, entonces, otra dimensión, un ritmo más entrañable. Ahora sabemos que aquello ofrecía visos de ser genuina felicidad, pues hasta la inocencia y la ingenuidad nos acompañaban. Damos gracias por aquellos tiempos que ojala se repitan en alguna otra era que esté por venir, aunque sea efímera. Aprendíamos mucho de aquellas conversaciones, de esos diálogos impredecibles, de las narraciones repetidas de cuentos ancestrales con moraleja.

Teñíamos la vida de un colorido especial, todo lo era, pese a ser reiterado y reiterativo. Aprendíamos a ser personas a base de tocar una y otra vez lo más sencillo, que siempre tenía un aroma compartido y solidario. Había olores que no hemos olvidado. De hecho, parece que aún llegan a nuestro rincón favorito.

Cuando miramos atrás, cuando nos volvemos un poco melancólicos, nos fijamos en algunas tardes que considerábamos muy nuestras, en las que hablábamos hasta bien entrada la noche de todo y de nada, y éramos dichosos hasta decir basta. El tiempo, entonces, vuelvo a indicar, iba más despacio. No teníamos prisa ni por empezar ni por acabar, ni siquiera para aprender. Cada cosa llegaba cuando debía hacerlo. Nos apoyábamos en las palabras para abundar en lo que creíamos importante de veras.

En esas tardes estaban los mejores y más allegados, la familia, los seres más queridos, los primeros compañeros de viaje… De algún modo han seguido ahí, aunque algo ocultos. Las premuras nos han conducido por otros derroteros. La comunicación primera, primigenia, primaria, era la base de unas existencias en las que se aprendía lo más relevante, esto es, los valores que nos han invitado a comportarnos de una u otra guisa. Añoramos aquella etapa. Lo malo es que pensamos que fue una coyuntura pretérita, cuando está a la vuelta de la esquina. Eso sí: tenemos que cambiar de camino para dar con ella. Que sea más pronto que tarde, o que no sea, depende de nuestra actitud. Eso es. Pongamos todos los mecanismos en funcionamiento para que sea una realidad el provecho de lo que hemos aprendido. Fuimos y podemos ser de nuevo. Tomar decisiones en firme es el sustento de lo que puede que hayamos considerado un sueño y no lo es. Probemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 8 de junio de 2009

De Decano a Decano

Hay personas que no pasan desapercibidas por su especial condición humana; hay otras que sobresalen por su talento profesional; otras, singulares ellas, muestran unas dotes intuitivas excepcionales, y las hay que buscan con tesón determinados objetivos positivos en su existencia. Pocas son las que aúnan todo ello. En tal caso, el mérito es compartido por su genética, la mirada de los dioses y el desarrollo interior de una espiritualidad descollante. Es el caso que nos ocupa.

Hablo, y ya no doy más rodeos, de Don Carlos Valcárcel Mavor, nuestro insigne Decano de los periodistas de la Región. Recientemente, numerosas organizaciones profesionales con las que él ha tenido vinculación le rendíamos homenaje, un merecido homenaje, pues muchas de ellas, entre las que se encuentra la Asociación de la Prensa, no serían lo que son sin su empeño y dedicación.

Debemos resaltar que Don Carlos siempre está atento a cuanto ocurre en éste nuestro oficio, así como en tantos ámbitos; y nos invita, en todo momento, a seguir la pista a personas y eventos como buen maestro que es. Además, cree, como nosotros, en las reglas de este gremio que es sustento democrático y formativo.

Ha estado apegado, Don Carlos, con toda una generación de buenos amigos y de excelentes profesionales a las necesidades informativas de la ciudadanía, y, con mucha suerte para todos, ha conseguido una técnica expositiva y un vocabulario tan preciso como claro y brillante.

Como quiera que ahora, desde el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia, que funciona en paralelo con la Asociación de la Prensa, queremos, entre nuestras prioridades, mirar la faena que desarrollan los buenos compañeros (en la doble acepción: en la personal y en la profesional), he decidido, me he permitido con humildad dirigirle unas palabras de felicitación por su ayuda, por su apoyo, por su voluntad y defensa del Periodismo, en la idea de ponerme a su disposición para cuanto precise de mí y, por su puesto, de la que él sabe que es su casa, la Asociación y el Colegio. De Decano a Decano, gracias, Don Carlos, por ser como es.

Juan TOMÁS FRUTOS,
Decano del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia.

miércoles, 25 de marzo de 2009

En otra ocasión

Nos damos prisa, y no sé si eso es bueno. Nos hemos tomado la vida bien. Quedaremos en otra ocasión.

lunes, 2 de febrero de 2009

Pistas para patinar

Nos retenemos. Hemos parado por unos instantes. Nos damos pistas que nos permitirán patinar.

Algunas evoluciones

Nos ofrecemos unas astucias que han de servir hasta cierto punto. Nos comentamos algunas evoluciones.

Darnos remedios

Nos confirmamos como buenos amigos. Lo somos. No vamos a precipitarnos. Trataremos de darnos remedios.

domingo, 1 de febrero de 2009

Cosas que no comprendemos

Me asusto mientras espero el milagro de tu regreso. Hemos aventurado algunas cosas que no comprendemos.